THE ELECTROCONVULSIVE THERAPY.
RESUMEN:
La terapia electroconvulsiva (TEC) es uno de los tratamientos
disponibles y usados en psiquiatría actualmente para tratar las enfermedades
mentales graves, aunque en gran medida es desconocido.
Muchos pacientes han mejorado o aliviado su enfermedad con este
tratamiento; muchos otros, sin embargo, con serias enfermedades mentales
refractarias a otros tratamientos no han sido tratados con TEC a pesar de su
alto grado de seguridad y predictibilidad terapéutica; esta "inhibición
terapéutica" en gran parte puede ser debida a un estigma que se basa en
anticuadas y desfasadas creencias acerca del tratamiento; la terapia
electroconvulsiva consiste en estimular al cerebro mediante una pequeña
corriente eléctrica.
El uso de la terapia electroconvulsiva se remonta al siglo XVI; en
nuestro país, el 17 de marzo de 1941 Samuel Ramírez Moreno es el primero en
usar la electroterapia en un paciente esquizofrénico; la TEC ha mostrado su
eficacia especialmente en los trastornos depresivos graves, como las
depresiones con síntomas psicóticos; en la manía aguda y en algunos cuadros
esquizofrénicos. Para aplicar la TEC siempre debe realizarse una evaluación
previa que incluye una historia clínica minuciosa con el diagnóstico claro
indicativo de TEC.
La TEC es un tratamiento seguro en el manejo de pacientes con
enfermedades psiquiátricas, y su aplicación contempla diagnósticos y criterios
específicos, sin embargo aún prevalece mucho desconocimiento y estigmatización
del procedimiento que debe ser superado.
PALABRAS CLAVE: Terapia electroconvulsiva, depresión, esquizofrenia.
SUMMARY:
The
electroconvulsive therapy (ECT) is currently one of the treatments available
and used in psychiatry to treat serious mental illness, although is largery
unknown.
Many patients have
improved or alleviated his illness or even with this treatment; many others,
however, with serious mental illness refractory to other treatments do not have
been treated with ECT despite its high degree of safety and therapeutic
predictability; this "therapeutic inhibition" in large part can be
due to a stigma which is based on antiquated and outdated beliefs about
treatment; electroconvulsive therapy is to stimulate the brain by means of a
small electric current.
The use of
electroconvulsive therapy dates back to the 16th century; in our country, on 17
March 1941 Samuel Ramirez Moreno is the first to use electrotherapy in a
schizophrenic patient; ECT has shown its effectiveness especially in severe
depressive disorders such as depressions with psychotic symptoms; in acute
mania and in some schizophrenics tables. To implement ECT always should be a
pre-assessment that includes a thorough medical history with the clear
indication of ECT diagnosis.
ECT is a safe
treatment in the management of patients with psychiatric diseases and its
implementation provides diagnostics and specific criteria, however still
prevails much ignorance and stigmatization of the procedure that must be
overcome.
KEYWORDS:
Electroconvulsive therapy, depression, schizophrenia.
INTRODUCCIÓN
La terapia electroconvulsiva (TEC) es uno de los tratamientos
disponibles y usados en psiquiatría actualmente para tratar las enfermedades
mentales graves, aunque en gran medida es desconocido.
Cincuenta años tras su introducción la técnica de la electroterapia ha
evolucionado notablemente; actualmente el tratamiento se realiza bajo
anestesia, con miorrelajantes, y con el uso de aparatos computarizados de pulso
breve y que monitorizan la convulsión. De esta manera se ha logrado precisar
una mínima intensidad en la estimulación eléctrica con una disminución de los
efectos secundarios cognitivos y una reducción drástica de las complicaciones
asociadas al tratamiento.
Muchos pacientes han mejorado o aliviado su enfermedad o incluso su
trastorno ha remitido con este tratamiento; muchos otros, sin embargo, con
serias enfermedades mentales refractarias a otros tratamientos no han sido
tratados con TEC a pesar de su alto grado de seguridad y predictibilidad
terapéutica; esta "inhibición terapéutica" en gran parte puede ser
debida a un estigma que se basa en anticuadas y desfasadas creencias acerca del
tratamiento (1).
La terapia electroconvulsiva consiste en estimular al cerebro mediante
una pequeña corriente eléctrica, que provocará una convulsión tónico clónica
generalizada de pequeña intensidad; esto provoca cambios electroquímicos en el
cerebro y las sustancias neurotransmisoras de tal manera que resultará en la
mejoría clínica de diversos padecimientos psiquiátricos.
HISTORIA
El uso de la terapia electroconvulsiva se remonta al siglo XVI cuando misioneros jesuitas usaban las descargas del pez torpedo para expulsar demonios en probables pacientes psiquiátricos; en el siglo XVIII algunos médicos administran shocks para tratar la epilepsia, la histeria, la apatía y la depresión; en 1755 J.B. Le Roy usa un tratamiento electroconvulsivo en un caso de ceguera psicógena; en 1804 Aldini usa corriente galvánica para el tratamiento de la melancolía; en 1903, Babinski relata la recuperación de la melancolía siguiendo el procedimiento de Aldini; en 1905 Charcot usa corrientes eléctricas de bajo voltaje para el tratamiento de la histeria; en 1933 Hugo Cerleti estudia los efectos sobre el asta de Ammon de las crisis epilépticas repetitivas; en ese mismo año Manfred Sakel informa que la administración reiterada de insulina provoca comas hipoglucémicos, y muchas veces convulsiones con efectos favorables en la esquizofrenia; así mismo Von Meduna empieza a experimentar en animales buscando la manera de inducir convulsiones con
diversas sustancias químicas, y el 23 de enero de 1934 trató su primer paciente
con alcanfor intramuscular; esta técnica fue la más difundida para provocar
convulsiones hasta que Cerleti describe la electroconvulsivoterapia; en una
reunión de la sociedad suiza de psiquiatras sobre tratamientos modernos de la
esquizofrenia un adjunto de Cerleti, Bini dice que no debe excluirse la
posibilidad de inducir convulsiones epilépticas mediante la corriente
eléctrica.
En 1938 Bini fabrica el primer aparato de electroshocks, y se da el
primer tratamiento el 18 de abril en Roma; en 1940 Alfredo Prieto Vidal
director del hospital psiquiátrico San Luis de Palencia prepara un aparato
manual para realizar electroshocks y realiza el primer tratamiento de
electroterapia en España, publicado en la gaceta médica española; en nuestro
país, el 17 de marzo de 1941 Samuel Ramírez Moreno es el primero en usar la
electroterapia en un paciente esquizofrénico, casi 3 años después que se diera
el primer tratamiento en Roma; en su trabajo titulado “tratamiento por
electrochoques” que fue publicado en la Revista Mexicana de Psiquiatría,
neurología y medicina legal, explica la técnica del procedimiento, el tipo de
equipos que existían entonces y las indicaciones para su uso; destaca las
psicosis esquizofrénicas, los síndromes confusionales, la psicosis
maniacodepresiva, la melancolía de involución, y algunas formas de parálisis
general con cuadros paranoides y posmaláricos.
En 1951 se introduce la terapia electroconvulsiva modificada, al usar
succinilcolina como relajante muscular, más la administración previa de un
barbitúrico anestésico; en 1985 aparece la primera revista especializada
Convulsive therapy; en 1990 aparece el manual The Practice of Electroconvulsive
Therapy por la American Psychiatric Asociation (2).
INDICACIONES Y TÉCNICA
La terapia electroconvulsiva ha mostrado su eficacia especialmente en
los trastornos depresivos graves, como las depresiones con síntomas psicóticos;
en la manía aguda y en algunos cuadros esquizofrénicos.
Considerando los cuadros depresivos graves en conjunto, la terapia
electroconvulsiva ha demostrado ser la terapéutica más efectiva incluso por
encima de los antidepresivos.
En las depresiones psicóticas es para muchos autores la terapia de
primera elección; algunos estudios han demostrado que en los cuadros agudos,
los resultados de la TEC son similares a los antipsicóticos; entonces
consideramos indicaciones primarias de TEC estados depresivos graves con o sin
síntomas psicóticos, cuando existe inhibición intensa, alto riesgo de suicidio,
ansiedad o agitación severas; también está indicado TEC en la resistencia a los
antidepresivos (6-8 semanas sin respuesta), contraindicación de antidepresivos;
depresión durante el embarazo, situaciones somáticas críticas que requieren de
una rápida respuesta terapéutica (1).
En las formas catatónicas de los trastornos esquizofrénicos la TEC es
claramente superior al tratamiento farmacológico.
La efectividad de la TEC en la manía es menor que en la depresión pero
claramente superior al placebo y equiparable al litio.
Se considera que hoy en día no existe contraindicación absoluta para
TEC; el riesgo de morir por TEC es muy bajo, 1/10000 a 1/25000, similar al de
cualquier procedimiento quirúrgico menor que requiera anestesia general de
corta duración (1).
El efecto terapéutico de la TEC es explicado desde el punto de vista
biológico; esta idea explica que la TEC actúa sobre los mismos procesos
biológicos que las medicaciones antidepresivas efectivas: puede producir una
disminución de la sensibilidad de los receptores alfa 1 adrenérgicos; aumenta
la sensibilidad de los receptores serotoninérgicos, disminuyen la función de
los receptores NMDA del glutamato y aumentan la neurogénesis en el giro
dentado; todos estos cambios dan como resultado disminución de la depresión en
los seres humanos (3).
Una de las teorías del mecanismo de acción de la TEC en la manía es el
aumento del umbral convulsivo que producirá estabilización del humor (3).
El mecanismo de acción de la TEC en la esquizofrenia es por medio del
glutamato; durante las convulsiones producidas por la TEC las neuronas se
despolarizan liberando glutamato, proceso que revertiría la psicosis (3).
Para aplicar la TEC existen aparatos muy avanzados que incorporan
corriente de pulsos breves de onda cuadrada, esta genera menos efectos
secundarios porque provoca la convulsión con menos dosis de electricidad, y con
menores efectos cognitivos.
Para aplicar la TEC siempre debe realizarse una evaluación previa que
incluye una historia clínica minuciosa con el diagnóstico claro indicativo de
TEC; deben realizarse evaluaciones por los servicios de medicina interna y
neurología, así como laboratorios básicos; los pacientes y familiares suelen
sentir aprehensión hacia la TEC, por ello es necesario proporcionarles
información sobre los efectos terapéuticos y adversos, así como sobre otras
alternativas terapéuticas; el consentimiento informado debe quedar documentado
en la historia clínica del paciente (4,7).
La TEC, como todas las terapias, tiene algunos efectos adversos que
deben tenerse en cuenta al momento de aplicarla, aunque en la actualidad, con
las técnicas de monitorización y reanimación las complicaciones potencialmente
letales han disminuido considerablemente; las complicaciones son inherentes al
proceso anestésico y a la propia convulsión; las inherentes a la convulsión más
frecuentes son la confusión, la euforia y alteraciones cognitivas como la
amnesia retrógrada, que suele persistir varias semanas y no afecta la capacidad
para aprender información nueva (5,8).
La terapia electroconvulsiva implica el cuidado coordinado entre el
anestesiólogo y el psiquiatra; la meta de la TEC es producir una convulsión
controlada y monitorizada; es más frecuente llevarlo en una unidad de cuidado
posanestesia con monitoreo posanestésico, cardiaco, hemodinámico y
respiratorio.
La anestesia general es comúnmente utilizada con metoexital o etomidato;
una vez que el paciente se encuentra dormido completamente se da un relajante
muscular, casi siempre succinilcolina; la meta es causar relajación muscular
significativa; la estimulación eléctrica directa de los músculos maseteros de
la cabeza producirá una mordida, por lo que debe introducirse una mordedura
para evitar lesión oral; el anestesiólogo ventila al paciente con oxígeno al
100% con presión positiva (9).
La convulsión inducida usualmente dura entre 30 y 90 segundos; son
adecuadas las convulsiones de 25 a 30 segundos de duración monitorizadas por
electroencefalografía; las convulsiones que duran más de 120 segundos son
usualmente terminadas con benzodiacepinas intravenosas; después que la
convulsión ha terminado el paciente usualmente se recupera de 5 a 15 minutos y
no recuerda el episodio de tratamiento.
Un curso típico de TEC consiste en 6 a 10 tratamientos programados en
intervalos de 2 a 3 veces por semana; el paciente debe experimentar mejoría de
los síntomas al segundo o tercer tratamiento, con una respuesta completa del
quinto al décimo tratamiento.
La TEC puede ser administrado de forma bilateral, colocación de los
electrodos a ambos lados de la cabeza, o unilateral, colocado a un solo lado;
la TEC unilateral reduce los efectos cognitivos pero tiene menos efecto
antidepresivo (6,10).
CONCLUSIONES
En esta revisión se han planteado brevemente algunos aspectos
históricos, las indicaciones y los procedimientos de la terapia
electroconvulsiva para el conocimiento adecuado del procedimiento, con lo que
se concluye que la TEC es un tratamiento seguro en el manejo de pacientes con
enfermedades psiquiátricas, y que su aplicación contempla diagnósticos y
criterios específicos, y que sin embargo aún prevalece mucho desconocimiento y
estigmatización del procedimiento que debe ser superado.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
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Septiembre de 1999.
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Archivos de Neurología, Neurocirugía y Neuropsiquiatría; volumen 10, número 2;
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Intersistemas S.A. de C.V; 1ª edición; México D.F. 2003. p. 235-237.
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A; Luna M; Efectos secundarios a la administración de terapia
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volumen 7, número 1; Enero 2006. p. 59-64.
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Revista Psiquis; volumen 20, número 1; México, 2011. p. 23-37.
7 Ruiz M;
Conocimiento del médico sobre terapia electroconvulsiva en el tratamiento del
paciente psiquiátrico; Revista Salud en Tabasco; volumen 13, número 3; México,
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8 Hrdlicka M;
Chacko R; Blatny M; Urbanek T; Moran M; Masanova I; Duraciòn de las crisis en
mujeres que reciben TEC con medicación psicotrópica simultánea; European
Journal Psychiatry; volumen 16, número 1; Praga, 2002. p. 39-46.
9 Guzmán Y; Tejada
P; Romero A. Terapia electroconvulsiva, experiencia en la clínica universitaria
teletón; Revista Facultad de Salud; Sabana 2011. p. 29-35.
10 Taieb O;
Flament F; Chevret S; Jeammet P; Allilaire J; Mazet P. Pertinencia clínica de
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ánimo; European psychiatry; 3002. p. 512-519.
MEDICO PSIQUIATRA
REVISTA SALUD QUINTANA ROO, No. 21, JULIO-AGOSTO, 2012.